Beneficios de realizar ejercicios de calentamiento

El calentamiento deportivo nos permite iniciar cualquier actividad con el mayor rendimiento posible y además previene posibles lesiones. Existen dos tipos de calentamiento en relación con los objetivos deseados:

  • Calentamiento general: prepara al organismo a realizar una actividad física normal, con ejercicios preparatorios y de baja intensidad.
  • Calentamiento específico: Dirigido para la práctica de actividades concretas, dedicados a los diferentes deportes, con la finalidad de mejor el rendimiento físico.

Entre algunos de los beneficios que encontramos, se encuentran:

  1. Aumenta la temperatura muscular. Cuando los músculos están calientes, se contraen con más fuerza y se relaja más rápido, intensificando la velocidad y la fuerza.
  2. Aumenta la temperatura corporal. Mejora la elasticidad muscular y reduce el riesgo de lesiones.
  3. Dilata los vasos sanguíneos. Facilita el flujo de la sangre y reduce el esfuerzo del corazón.
  4. Aumenta la temperatura de la sangre. Mejora la resistencia, elevando la unión del oxígeno con la hemoglobina y se vuelva más disponible en los músculos.
  5. Cambios hormonales. El cuerpo incrementa las hormonas que regulan la producción de energía.
  6. Preparación mental. Ayuda a enfocarse en la actividad a realizar.
  7. Previene lesiones. Reduce la posibilidad de lesiones en músculos y articulaciones.

¿Cómo prevenir un calambre?

Un calambre muscular es una contracción repentina e involuntaria que causa un dolor intenso y en ocasiones puede imposibilitar el músculo afectado por un lapso de tiempo. Los calambres generalmente se presentan en los músculos de las piernas, en particular, en las pantorrillas.

En la mayoría de las ocasiones, no tenemos en claro la causa que ocasiona el calambre, pero generalmente se relaciona al uso excesivo del músculo, la deshidratación, tensión muscular o al mantenerse en una misma posición por un largo período de tiempo.

Sin embargo, podemos tomar medidas para prevenirlos:

  • Estirar los músculos antes de hacer cualquier ejercicio.
  • Evitar esfuerzo físico excesivo.
  • Mantenerse hidratado (2 Litros de agua) o bien, ingerir soluciones con electrólitos en caso de hacer ejercicio diario.
  • Consumir alimentos ricos en calcio como lácteos, frutas, legumbres y pescado.
  • Consumir cítricos que contengan potasio como naranja, toronja, limón y guayaba.
  • Utilizar medias compresivas para favorecer el flujo sanguíneo.
  • Corregir posturas que provoquen tensión o presión en los músculos.

Además, existen algunos factores que aumentan la posibilidad de tener calambres como la edad, el embarazo y se es más propenso cuando la persona es diabética, tiene trastornos nerviosos, o trastornos hepáticos.