Recomendaciones para fortalecer tu sistema inmunológico

Es importante mantener un sistema inmunológico en excelente estado para evitar que las enfermedades ataquen nuestra salud o se compliquen más de lo que deberían. Existen alunas situaciones que afectan el estado de nuestro sistema de defensas como la ansiedad o el estrés, y que en muchas de las veces no podemos evitar.

Si padeces alguno de los siguientes síntomas, es posible que tu sistema inmunológico esté afectado:

  • Cansancio habitual
  • Infecciones y/o resfriados frecuentes.
  • Caída del cabello
  • Náuseas y vómitos
  • Manchas en la piel
  • Alergias

La alimentación es un factor importante que puede llegar a ayudarnos a fortalecer el sistema inmunológico, por eso, es de suma importancia mantener una alimentación balanceada, pues, todo nutriente es indispensable para ayudar al sistema de defensa. Algunos alimentos que ayudan a fortalecerlo son:

  • Alimentos ricos en vitamina A como la zanahoria, papaya, etc.
  • Alimentos que contengan vitamina C como los cítricos, pimientos, brócoli.
  • Alimentos ricos en fibra.
  • Evita la comida procesada o con azúcar añadida.

Además, es importante dormir entre 7 y 8 horas y hacer actividad física.

Beneficios de realizar ejercicios de calentamiento

El calentamiento deportivo nos permite iniciar cualquier actividad con el mayor rendimiento posible y además previene posibles lesiones. Existen dos tipos de calentamiento en relación con los objetivos deseados:

  • Calentamiento general: prepara al organismo a realizar una actividad física normal, con ejercicios preparatorios y de baja intensidad.
  • Calentamiento específico: Dirigido para la práctica de actividades concretas, dedicados a los diferentes deportes, con la finalidad de mejor el rendimiento físico.

Entre algunos de los beneficios que encontramos, se encuentran:

  1. Aumenta la temperatura muscular. Cuando los músculos están calientes, se contraen con más fuerza y se relaja más rápido, intensificando la velocidad y la fuerza.
  2. Aumenta la temperatura corporal. Mejora la elasticidad muscular y reduce el riesgo de lesiones.
  3. Dilata los vasos sanguíneos. Facilita el flujo de la sangre y reduce el esfuerzo del corazón.
  4. Aumenta la temperatura de la sangre. Mejora la resistencia, elevando la unión del oxígeno con la hemoglobina y se vuelva más disponible en los músculos.
  5. Cambios hormonales. El cuerpo incrementa las hormonas que regulan la producción de energía.
  6. Preparación mental. Ayuda a enfocarse en la actividad a realizar.
  7. Previene lesiones. Reduce la posibilidad de lesiones en músculos y articulaciones.