Beneficios de la mandarina

La mandarina es una fruta similar a la naranja, aunque es más pequeña y menos redonda. Generalmente se consume como fruta fresca por su facilidad de pelarse. Es una fruta que contiene vitamina C, aunque en menor cantidad que la naranja. Es rica en fibra y contiene una gran cantidad de agua.

Algunos de los beneficios de la mandarina son los siguientes:

  • Propiedades antiinflamatorias
  • La fibra que contiene la mandarina ayuda a prevenir el estreñimiento.
  • Ayuda con los problemas de la piel
  • Alcaliniza el organismo, evitando la aparición de infecciones en las vías urinarias
  • Su alto contenido de agua y ácido cítrico lo convierten en una fruta ideal para reponer líquidos después de hacer deporte.
  • Estimula las defensas, ayudando a prevenir gripes y resfriados.

Aunque es común consumirla como fruta fresca, también pueden aprovecharse la cáscara, el jugo o las hojas:

  • La cáscara puede rallarse y agregarse a una ensalada.
  • Como decoración de postres.
  • Para marinar alimentos, se pueden utilizar tanto la piel como el zumo.

Diferencias entre gripe o resfriado

Con la temporada de invierno también llegan las enfermedades propias de esta estación, las más comunes: la gripe y el resfriado. Es importante conocer las diferencias entre ambas para tratarlas de la forma adecuada y evitar las complicaciones.

  • Gripe: es una infección de la nariz, la garganta y los pulmones causada por el virus de la influenza.
  • Los principales síntomas son: dolor de cabeza, fiebre alta (hasta 40°C), dolores musculares, ojos llorosos y dolorosos, congestión nasal, tos seca, dolor de garganta, debilidad y cansancio.
  • El contagio es por medio de otra persona infectada. Los síntomas se presentan entre 48 y 72 horas aproximadamente y duran entre 5 y 15 días.
  • El tratamiento a llevar es reposo, hidratación, vaporizaciones, medicamento para fiebre y tos.

 

  • Resfriado: es una enfermedad de las vías respiratorias causada por virus.
  • Los principales síntomas son: congestión nasal, secreción, dolor de garganta, irritación ocular, estornudos, tos.
  • El contagio es por contacto directo. Los síntomas se presentan entre 12 a 72 horas y van surgiendo poco a poco. Duran hasta 7 días y la tos puede seguir hasta por dos semanas.
  • El tratamiento a llevar es reposo, hidratación, vaporizaciones, analgésicos, descongestivos nasales. Generalmente desaparece sólo debido a los anticuerpos.

Es recomendable consultar un médico si se presenta alguna complicación o para recetar el tratamiento a seguir.