Anemia, ¿Qué es y cómo tratarla?

La anemia es una enfermedad causada por insuficiencia de células rojas o falta de hemoglobina en la sangre, lo cual provoca una reducción de oxígeno en las células y evitando el buen funcionamiento de las mismas.

Sólo se detecta la enfermedad por medio de un estudio de sangre, pero hay algunos síntomas que se pueden considerar para tomar medidas y estar consciente de nuestro estado de salud, como lo son:

  • Piel amarilla
  • Edemas
  • Indigestión
  • Moretones en la piel
  • Depresión
  • Mareos
  • Palpitaciones débiles
  • Entumecimientos de pies
  • Falta de energía y de apetito
  • Estreñimiento
  • Reducción de fuerza muscular

Te recomendamos algunos alimentos que mejoran la absorción de hierro para que los incluyas en tu dieta: Anis, comino, menta, perejil, canela, tomillo, entre otros. Además, algunos otros alimentos contienen gran cantidad de hierro que serían ideales, como lo son: Frijoles, lentejas, garbanzos, almendras, nuez de la india, avellanas, etc.

Por otro lado, el consumo de cafeína, alimentos altamente procesados, cerveza, dulces, refrescos, antiácidos, y antibióticos, pueden interferir en la absorción de hierro y es recomendable evitarlos.

Deficiencia de hierro en el cuerpo

El hierro es un mineral que se encuentra en el cuerpo, y muy importante ya que es necesario y vital para producir hemoglobina y mioglobina. La hemoglobina es una proteína que se encuentra en los glóbulos rojos, y la mioglobina en los músculos. Ambas proteínas transportan el oxígeno necesario para nuestro cuerpo.

Cuando hay una deficiencia de hierro se presentan los siguientes síntomas:

  • Fatiga
  • Dolor muscular
  • Mareos y falta de aliento
  • Apatía
  • Indigestión y estreñimiento
  • Falta de concentración
  • Pérdida de apetito
  • Resfriados frecuentes
  • Uñas y cabellos débiles y quebradizos.

Existen algunos alimentos ricos en hierro que pueden ayudar a evitar o combatir los síntomas antes mencionados y podrían ser incluidos en nuestra dieta diaria, como: frijoles, lentejas, amaranto, nueces y almendras, algas, higos, dátiles, duraznos, jugos de vegetales, entre otros.

Además, es importante evitar alimentos altamente procesados, refrescos o gluten lo más posible para mejorar nuestra salud. Y es recomendable acudir con un médico si alguno o más de uno de los síntomas se presentan para recibir el tratamiento adecuado.